Los endulzantes artificiales

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Desde hace ya algunos años que aparecieron los endulzantes artificiales, y a todos ellos se les han encontrado diferentes propiedades (buenas y malas) que afectan de alguna forma al cuerpo humano. Estos efectos pueden incluir:

• Cambios en el metabolismo

• Alteraciones en la microbiota

• Modificaciones en el apetito de quienes los consumen

La conexión con el cáncer

En este estudio del que les voy a hablar, los resultados los conectan directamente con cáncer, y eso ya no está muy a gusto que digamos.

Aunque, como siempre dicen los científicos para no perjudicar a nadie: "hay que hacer más estudios al respecto", y que no se deben hacer consideraciones dietéticas generales; es bueno saber lo que descubrieron.

¿A quiénes afecta más?

Este hallazgo es importante para pacientes con:

• Cáncer de pulmón de células no pequeñas (adenocarcinoma, carcinoma de células pequeñas y carcinoma de células grandes)

• Melanoma

• Pacientes que reciben inmunoterapia

El estudio

Los doctores de la Universidad de Pittsburgh, en el Centro Hillman de Cáncer, descubrieron que hay una relación directa en la cual el endulzante artificial llamado sucralosa puede:

• Afectar la eficacia de la inmunoterapia

• Alterar la microbiota intestinal

• Reducir la función de las células inmunológicas

El estudio fue publicado en la revista Cancer Discovery (profesor Abigail Overacre-Delgoffe) y menciona que los pacientes que consumen, aunque sean pequeñas cantidades de sucralosa, tienen una menor respuesta a los tratamientos dirigidos al inhibidor del punto de control inmunológico. Este patrón se observó en:

• Melanoma

• Cáncer de células no pequeñas

• Cirugías de alto riesgo para melanoma

¿Cuánto es demasiado?

El consumo que afectó los tratamientos fue de:

• 0.16 mg de sucralosa por kg de peso al día

• Es decir, 11 mg al día para una persona de 70 kg

• ¡Prácticamente nada!

Y con esa cantidad fue suficiente para que no tuvieran el resultado deseado.

¿Por qué sucede esto?

Los tratamientos de inmunoterapia funcionan liberando las células T, encargadas de detectar y matar células cancerígenas. Sin embargo, este endulzante:

• Reduce los niveles de arginina y aminoácidos necesarios para que las células T funcionen

• Literalmente, las mata de hambre

• Dificulta que el sistema inmune localice, ataque y destruya tumores

¿Qué se recomienda?

• Eliminar la sucralosa de la dieta de estos pacientes

• Recordar que se encuentra en alimentos “de dieta” como sodas, helados, etc.

Un dato curioso es que, según los científicos, la suplementación con arginina o citrulina podría revertir el efecto del endulzante sobre la microbiota, pero esto aún no está comprobado.

Conclusión

Como mencionamos antes… hacen falta más estudios, pero por ahora, esta es una alerta importante para quienes consumen sucralosa mientras reciben tratamientos de inmunoterapia.